El espacio público tradicionalmente es entendido como “el lugar donde cualquier persona tiene el derecho de circular, en oposición a los espacios privados, donde el paso puede ser restringido”[1] es como aquella propiedad de uso y dominio público; pero no nos damos cuenta de que éste va mucho más allá de estas especificaciones, ya que en él podemos encontrar inmersas otras características que pueden ser únicas en este contexto, entre ellas podemos descubrir por ejemplo la inmensa gama de relaciones que en él se generan diariamente y cómo nos puede perjudicar o favorecer todo aquello que allí sucede,
El espacio público representa a nuestro parecer una especie de “libertad restringida” por decirlo de alguna manera, puesto que en él podemos deambular libremente, correr, saltar, comer, reír, entre otras cosas, pero a pesar de que podemos hacer esto, seguramente nos cohibiremos de hacer otras cosas en el sentido que no puedo hacer lo que a otras personas no les parece o quizás lo que a otras personas les incomoda, es decir que, en el espacio público debemos seguir ciertas normas que permitan una convivencia mejor entre las personas, evitando así que se generen conflictos.
Antiguamente el espacio público era concebido por Aristóteles como “ese espacio vital y humanizante donde la sociedad se reunía para compartir sus opiniones, evaluar propuestas y elegir la mejor decisión, se vislumbraba así un espacio público político”[2] pero si vemos las concepciones actuales de espacio público nos damos cuenta que ahora este concepto se ha simplificado y mimetizado, ahora vemos el espacio publico como el lugar donde podemos transitar pero al mismo tiempo como ese lugar que no nos genera ninguna clase de cambio, pocos se detienen a reflexionar acerca de lo que este espacio representa y nos brinda, pocos son los cuestionamientos que surgen a partir de nuestro diario vivir, precisamente por que ya se volvió una rutina el ir y venir y ver siempre lo mismo, pero aquí nos preguntamos ¿nos hemos detenido a observar lo que allí acontece?
Podemos darnos cuenta que hay dos puntos en contra que no nos permiten vivir el espacio público; el primero está referido a la imposibilidad por parte de nosotros mismos para cuidar y proteger de él ya que se tiene el imaginario de que “ como es de todos podemos hacer lo que queramos con él” se ha generado el descuido y la invasión del espacio público, entre otras cosas que a raíz de las diferentes normas y leyes se ha pretendido detener por el bienestar de todos, estas normas y leyes que han sido consecuencia de las acciones humanas: inseguridad, contaminación, disputas, etc. Son las que finalmente nos impiden de alguna forma desenvolvernos libremente por el espacio público; el segundo punto tiene relación con el hecho de que como el espacio público es de todos al final de cuentas no es de nadie, por que no hay un sentido de pertenecía que nos permita reclamarlo como nuestro, por ello las personas se niegan a proponer nuevas alternativas para usarlo de forma más adecuada que nos consienta expresarnos con libertad pero al mismo tiempo hacerlo con responsabilidad.
El espacio público representa “toda porción del territorio que tiene valor ecológico, económico y paisajístico, en este prevalece su valor histórico y cultural, que por estar lleno de memorias, significados y actividades que trascienden el espacio interior, y que lejos de ser entendido como un plano sobre el cual el Estado ejerce su propiedad, debe entenderse como una complejidad de acciones antropo-urbanas que se desarrollan en él”[3]. Nuestra propuesta está encaminada de cierta manera a ver de otra forma el espacio público, como algo que puede brindarnos expresiones culturales, artísticas, sociales y políticas, como algo que no puede pasar desapercibido.
Los niños por otro lado están siendo apartados de la oportunidad de disfrutar del espacio público por todas las problemáticas anteriormente expuestas y sin dejar de lado el hecho de que estamos sobreprotegiéndolos, evitando que salgan a conocer otros espacios que sin duda pueden generar nuevos aprendizajes para ellos, pero cabe mencionar que el espacio público tampoco está siendo pensado para que una población infantil se desenvuelva en él y los contenidos que podemos divisar allí puede que no sean apropiados a ellos, por ello pretendemos abrir espacios para que la población infantil pueda encontrar en el espacio público una nueva alternativa para su desarrollo integral : relaciones afectivas, relaciones sociales, adquisición de conocimientos, oportunidades para opinar y reflexionar, etc.
[1] www.wikipedia.com.
[2] http://www.unalmed.edu.co/~paisaje/doc4/concep.htm.
[3] http://www.unalmed.edu.co/~paisaje/doc4/concep.htm.
El espacio público representa a nuestro parecer una especie de “libertad restringida” por decirlo de alguna manera, puesto que en él podemos deambular libremente, correr, saltar, comer, reír, entre otras cosas, pero a pesar de que podemos hacer esto, seguramente nos cohibiremos de hacer otras cosas en el sentido que no puedo hacer lo que a otras personas no les parece o quizás lo que a otras personas les incomoda, es decir que, en el espacio público debemos seguir ciertas normas que permitan una convivencia mejor entre las personas, evitando así que se generen conflictos.
Antiguamente el espacio público era concebido por Aristóteles como “ese espacio vital y humanizante donde la sociedad se reunía para compartir sus opiniones, evaluar propuestas y elegir la mejor decisión, se vislumbraba así un espacio público político”[2] pero si vemos las concepciones actuales de espacio público nos damos cuenta que ahora este concepto se ha simplificado y mimetizado, ahora vemos el espacio publico como el lugar donde podemos transitar pero al mismo tiempo como ese lugar que no nos genera ninguna clase de cambio, pocos se detienen a reflexionar acerca de lo que este espacio representa y nos brinda, pocos son los cuestionamientos que surgen a partir de nuestro diario vivir, precisamente por que ya se volvió una rutina el ir y venir y ver siempre lo mismo, pero aquí nos preguntamos ¿nos hemos detenido a observar lo que allí acontece?
Podemos darnos cuenta que hay dos puntos en contra que no nos permiten vivir el espacio público; el primero está referido a la imposibilidad por parte de nosotros mismos para cuidar y proteger de él ya que se tiene el imaginario de que “ como es de todos podemos hacer lo que queramos con él” se ha generado el descuido y la invasión del espacio público, entre otras cosas que a raíz de las diferentes normas y leyes se ha pretendido detener por el bienestar de todos, estas normas y leyes que han sido consecuencia de las acciones humanas: inseguridad, contaminación, disputas, etc. Son las que finalmente nos impiden de alguna forma desenvolvernos libremente por el espacio público; el segundo punto tiene relación con el hecho de que como el espacio público es de todos al final de cuentas no es de nadie, por que no hay un sentido de pertenecía que nos permita reclamarlo como nuestro, por ello las personas se niegan a proponer nuevas alternativas para usarlo de forma más adecuada que nos consienta expresarnos con libertad pero al mismo tiempo hacerlo con responsabilidad.
El espacio público representa “toda porción del territorio que tiene valor ecológico, económico y paisajístico, en este prevalece su valor histórico y cultural, que por estar lleno de memorias, significados y actividades que trascienden el espacio interior, y que lejos de ser entendido como un plano sobre el cual el Estado ejerce su propiedad, debe entenderse como una complejidad de acciones antropo-urbanas que se desarrollan en él”[3]. Nuestra propuesta está encaminada de cierta manera a ver de otra forma el espacio público, como algo que puede brindarnos expresiones culturales, artísticas, sociales y políticas, como algo que no puede pasar desapercibido.
Los niños por otro lado están siendo apartados de la oportunidad de disfrutar del espacio público por todas las problemáticas anteriormente expuestas y sin dejar de lado el hecho de que estamos sobreprotegiéndolos, evitando que salgan a conocer otros espacios que sin duda pueden generar nuevos aprendizajes para ellos, pero cabe mencionar que el espacio público tampoco está siendo pensado para que una población infantil se desenvuelva en él y los contenidos que podemos divisar allí puede que no sean apropiados a ellos, por ello pretendemos abrir espacios para que la población infantil pueda encontrar en el espacio público una nueva alternativa para su desarrollo integral : relaciones afectivas, relaciones sociales, adquisición de conocimientos, oportunidades para opinar y reflexionar, etc.
[1] www.wikipedia.com.
[2] http://www.unalmed.edu.co/~paisaje/doc4/concep.htm.
[3] http://www.unalmed.edu.co/~paisaje/doc4/concep.htm.